“En el principio Dios creó los cielos y la tierra. Y dijo Dios: Hágase la luz; y la luz se hizo. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.”

Todo ello es falso.

Pues en el principio no había un dios sino cuatro diosas. Y ellas crearon el día y la noche dando inicio al universo, y de sus vientres nacieron las primeras criaturas, sus propios hijos que hoy se expanden conquistando cada rincón del joven Cosmos.

Y entonces surgieron los señores de mundos, quienes en nombre de su madre diosa reclaman cada planeta para sumarlo a su vasto imperio. Extendiéndose así por las estrellas con el fin de ser los más grandes de entre los hijos de las diosas madres creadoras.

Markhé, doomdeath del señor de mundos Dovin Kharta retará a todo lo conocido para hacer de su amo el señor de mundos más poderoso del universo.

Un caballero oscuro no teme a nada; desconoce el significado de la misericordia y la empatía. Nunca sentirá amor ni odio, compasión ni alegría, deseo carnal, esperanza o remordimiento. Pues un caballero nacido del caos alberga la pureza de la oscuridad, desprovisto de cualquier atisbo de sentimientos. Por eso Markhé es perfecto. Por eso Markhé es tan peligroso.